HospitalidadInfinita
Descubra y viva experiencias únicas de bienestar en México.
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Xoximilco: Una fiesta extraña sobre el agua! Quiere decir que algo muy especial te espera cuando el mero camino de entrada se ve espectacular…
Al pasar por debajo de un arco, lleno de colores, se nos hizo que no encajaba con su entorno. Nos dio suficiente curiosidad para asomarnos y poner atención al camino de terracería, lleno de curvas y adornado de lucesitas blancas, el cual nos llevaba por encima de varios puentes, con muros de piedra, y luego nos ofrecía un vistazo de un sistema complicado de canales abajo. Despúes de una última curva ya llegamos, y allí comenzó la experiencia, acompañada de un aroma delicioso…
Observar un grupo de adultos llenos de curiosidad, como niños, y esforzándose para ver lo que la persona adelante está viendo, es algo muy lindo. Nosotros también teníamos muchas ganas de investigar el contenido de los recipientes de barro, y también la fuente de ese olor riquísimo… Nos sacó de la duda la anfitriona sonriente al informarnos, “Son esquites,” y luego nos recomendó agregar jugo de limón, chile, y queso fresco, para disfrutar del mejor sabor. Lo que nos extraño era la porción tan pequeña, hasta más tarde cuando nos dimos cuenta de la cantidad de comida que había para degustar durante la noche; ¡si no fuera por nuestro guía llamándonos en ese momento, nos pudiéramos haber echado unos 4 o 5 esquites por lo menos!
Justo detrás de nosotros encontramos el bar y su ambiente alegre, donde los invitados tomaban sus caballitos de tequila; y como en el caso de los esquites, es muy tentador apurarte para aprovechar la barra libre desde ese momento; sin embargo, no hay prisa… lo que más abundará durante la noche será tequila y cerveza, así que sugerimos probar algo diferente para empezar.
Tal vez lo más encantador de Xoximilco es su entorno tan pintoresco. La experiencia comienza cuando se empieza a oscurecer; todos los senderos están iluminados de una forma encantadora, y las trajineras, donde se llevará a cabo la mayor parte de la fiesta, están cubiertas de luces de diversas colores, dejando un reflejo hermoso en el agua del canal. La mejor manera de describir una trajinera es compararla con una gondola, sólo que en este caso es rectangular en vez de tener forma de canoa, y con el espacio para una mesa larga y 20 sillas de madera, ¡además de ser mucho más colorida que una gondola!
En esta ocasión nos tocó la ‘Viva Veracruz’, junto con Miguel Angel como nuestro anfitrión. Nos animaba mucho a brindar y sentirnos en confianza con nuestro grupo; una mezcla diversa sino muy compatible, de neoyorquínos, tejanos, brasileños, británicos y mexicanos, todos con muchas ganas de divertirnos y probar lo que sea. Despúes de encontrar los diferentes compartimientos en la mesa, llenos de botellas, montones de hielo con cervezas escondidas, y jarras de agua fresca para los que no toman, ya estuvimos listos para zarpar…
Nos quedamos sorprendidos qúe tan rápido pasó el tiempo; estuvimos totalmente entretenidos de principio a fin puesto que nos esperaban más sorpresas y novedades que curvas en el canal. Disfrutamos probar cosas que nunca habíamos intentado, como comer chapulines (una delicia oaxaqueña de un tipo de grillo), muy sabrosos, ¡aunque con la apariencia te hace dudar antes nada de ponerlos en la boca!; además jugarmos a los ‘toques,’ un juego popular en el centro del país, donde el ganador es el que aguante más toques - eléctricos – por más tiempo. ¡Es una de las cosas más extrañas que hemos jugado, por la la sensación incómoda sino algo adictiva, que te da; una sensación que no sabes realmente si disfrutas o no, y al mismo tiempo no la puedes resistir!
¿Otros momentos memorables? Al final de la noche es imposible quedarte sentado mientras todo el mundo se pone a bailar al sonido de una mezcla extraña de música en vivo, que proviene de los músicos en otras trajineras que te rodean. De repente parecía una batalla entre los grupos, con todos los géneros de música mexicana compitiendo para ver quién tocaba más fuerte y quien podía convencer a más gente a ponerse de pie. En la vida habíamos visto una escena como esa…..
Nuestra sugerencias: repelente biodegradable: ¡canal + clima tropical = mosquítos! ¡Además, si te toca visitar en enero o febrero sería buen ídea llevar una chamarra ligera, ya que la temperatura suele bajarse un poco en medio de la zona selvática!
¡No te olvides consultar con nuestros concierge para reservar una tarde fuera de lo común, en Xoximilco!